EL
MOHÁN.
Hace muchos años vivía un campesino muy rico. Tenía
gallinas que le daban muchos huevos, vacas que le daban abundante leche,
arboles que le daban frutos y mucho dinero. Pero el hombre era muy tacaño no le
daba nada a sus hijos, a sus padres ni a los pobres.
Cuando los padres le pedían dinero prestado él les
respondía que estaba en la ruina. Cuando sus hijos necesitaban alimentos él se
negaba a darles de comer. Juan Díaz se llamaba aquel señor tacaño.
Un día llovió tanto que sus tierras se inundaron y sus
animales se ahogaron. Desesperado salió a pedir ayuda pero nadie acudió a su
llamado.
-Sus hijos respondieron que estaban ocupados. Sus
padres respondieron que no podían caminar.
Juan Díaz se hundió con sus tierras, sus animales y su
dinero. Nadie volvió a mencionar aquel hombre tan tacaño.
Al cabo del tiempo Juan apareció convertido en
monstruo. Tenía el rostro cubierto de musgo.
Su cuerpo era más fuerte y corpulento. Sus ojos brillantes
parecían de fuego. Los campesinos huían al verlo. Desde ese día le llaman el
Mohán.